La ampliación de la sede de Roche ofrece nuevos espacios de trabajo de máxima calidad y en relación con la naturaleza en su campus en Sant Cugat. Una propuesta innovadora por ser adaptable a los cambios y nuevas formas de trabajar, comprometida con la tecnología y el diseño sostenible.El complejo de Roche se ubica en una parcela de 38.800 m² en el Parc d’Activitats Econòmiques de Can Sant Joan, en el que se requiere complementar la capacidad del edificio de oficinas ya existente y dotar a la sede de nuevos espacios de trabajo, así como de espacios libres de calidad y en contacto con la naturaleza para los trabajadores. La propuesta comprende la construcción de dos edificios y una intervención paisajística, con una gran cubierta verde de 3.500 m² que genera un punto de unión para todos los edificios de la parcela: un nuevo espacio que se convierte en la gran plaza central del renovado campus de Roche.Este nuevo paisaje articula los accesos y recorridos del campus, dando la bienvenida a los usuarios a través de una experiencia inmersiva en la naturaleza. Los múltiples usos pensados para que el usuario disfrute de este espacio, tanto en su tiempo de trabajo, como en su tiempo libre, aparecen envueltos en esta naturaleza en forma de pérgolas vegetales, tarima, gradas, un pequeño anfiteatro y un espacio para la reflexión, obra del artista Gonzalo Lebrija.La envolvente del edificio se rige por los conceptos de sostenibilidad, eficiencia energética y autoconsumo, formándose por una cubierta verde que mejora la inercia del edificio y una doble fachada inspirada en los umbráculos tradicionales de lamas de madera. Además, desde la fase de diseño se han implantado diferentes estrategias para hacer de la ampliación de Roche un complejo productivo y responsable con el medioambiente.La estructura del edificio se ha ejecutado mediante el innovador sistema Holedeck, un sistema de vigas unidireccionales de hormigón armado in situ, aligeradas mediante perforaciones, que permiten pasar las instalaciones por su interior, reduciendo gran cantidad de material y organizando los nuevos espacios de trabajo de manera diáfana y con alturas libres de hasta 3,68m. El conjunto de los interiores parte de la sinceridad constructiva y del empleo de materiales tradicionales locales como la madera y la cerámica para conjugar la técnica y la sostenibilidad con la esfera doméstica y cercana.Para cubrir las necesidades de aparcamiento, se construye un nuevo edificio semisoterrado bajo la gran plaza central del campus. Se resuelve en dos plantas delimitadas por patios que permiten desarrollar un sistema de ventilación natural, obteniendo un edificio muy eficiente energéticamente.
