REFORMA INTEGRAL EN EL CENTRO DE LA CIUDAD DE UN PISO DE LOS 80.“Dig the life fantastic”Es muy posible que buscando un piso para vivir en el centro de la ciudad te hayas encontrado con una tipología muy repetida pero que te cuesta identificar su período concreto, porque sabes que no es de hace un siglo y también sabes que no es reciente. Si la vivienda es de un tamaño grande probablemente tenga dos entradas independientes que claramente corresponden a la entrada “noble” y de “servicio” respectivamente. Si la distribución es jerarquizada, habitaciones múltiples de muchos tamaños distintos y laaaargos pasillos, y si los techos no son muy altos, estás en una vivienda construída entre los años 70 y los 80. Otras características estéticas comunes a estas viviendas serían: mármol rojo en suelos, azulejos de color en baños, gotelé, puertas de sapeli o ventanas de aluminio correderas. Todo lo anterior sería la preexistencia de esta vivienda que hemos reformado. El punto de partida, lo que nos encontramos en la primera visita que hicimos. Añado algunas percepciones personales pero seguramente cualquiera que la hubiera visitado percibiría lo mismo: oscuridad, recorridos intrincados, exceso de compartimentación y puertas, y en general una atmósfera lúgubre, no tanto por la antigüedad, pues bien sabemos que hay casas antiguas asombrosas, sino por la lobreguez del ambiente.La buena noticia es que los clientes nos encargaron una tabula rasa, vaciar por completo la vivienda y reestructurarla en su organización y acabados para que se pareciera más a ellos.Casa urbana con memorias de verano.¿Puede el estilo “mediterráneo” tener una nueva lectura? ¿Puede una casa urbana ofrecer una atmósfera estival sin caer en ciertos tópicos estéticos?Atendimos a los deseos de nuestros clientes de tener una casa fresca, agradable y confortable desde nuestras raíces pero con organización de estancias, materiales y geometrías muy contemporáneas.Anulando la entrada “noble” aprovechamos la de servicio para acceder por la mitad de la casa y acortar recorridos. Como una suerte de espiral (o caracola), la casa se organiza en torno a un centro curvo que te desliza hasta las habitaciones. Este recorrido se realiza por un espacio comprimido en tono verde aguamarina que provoca un efecto expansor cuando “sales” a las habitaciones anexas. Imagina que vas buceando por una sima (el paso) y sacas la cabeza en un espacio abierto (las habitaciones), esa es la sensación. Pero no por ello queremos que vayas rápido, el camino también se disfruta.El verde aguamarina se convirtió durante el proceso de diseño en el color fetiche de la casa, gustó tanto a los clientes que lo llevamos por todos los espacios, salpicando ciertos puntos del mobiliario para conseguir un interiorismo conectado y en dialogo.Otra pieza clave fue ampliar la terraza con una balconera corredera curva, algo muy especial que crea un rincón exterior donde realmente apetece estar. La plantas seleccionadas tienen un aire tropical y el techo en gresite irisado trae al recuerdo los reflejos del agua del mar.Por último el diseño especial realizado para la pieza artística de la pared del comedor. Sabíamos que en esa pared debía aparecer algún destello, un reflejo o punto de atracción de miradas para equilibrar el gran espacio de salón comedor. Otro punto de fuga especial. Para ello colaboramos con Garra Studio que nos diseña y fabrica una pieza “site specific”, la Lámpara OH!. Esta pieza juega con la percepción del que la mira, desde una mariposa, un animal marino o un corazón abierto, los reflejos y texturas crean un ambiente embriagador en todo el salón.