Esta vivienda unifamiliar se encuentra ubicada en Jaén, en una urbanización en pendiente colmatada de prismas adosados densos y compactos, por lo que la primera reflexión estuvo enfocada hacia que “la relación urbana no se definiera por su alineación sino por su vacío”. Para no perder el contacto con las edificaciones colindantes la fachada curva se estira para tocar delicadamente los puntos de cornisa que están a distinta altura, como si lo tensaran. Un cuerpo permeable, destinado al acceso peatonal y del vehículo en horizontal, establece el límite entre lo público y lo privado en la cara norte de esta parcela de 7x26m. El siguiente camino a comunicar ha sido moldear una envolvente y unidad interior que transmitiera sensaciones de pertenencia, de esponjosidad y de transpirabilidad. Para ello se generó un zócalo de ladrillo blanco que recorre todo el contorno interior de la parcela. El resto es vidrio, trazos orgánicos y jardineras que crecerán al tiempo con enredaderas, plantas olorosas y florales. Así mismo, establecer una absorción del paisaje situado al sur ha sido fundamental para ubicar la vivienda en el territorio emocional y ambiental, para lo que se recurrió a enmarques, a la búsqueda de las imágenes y a ubicar las piezas en dirección focal orientándolas como por ejemplo la escalera que nace descolgada y que en su recorrido ascendente muestra y enfatiza el paisaje enmarcado.Esculpir la forma nace de estrategias de dialogar con el viento y el sol haciéndolos partícipes directos del diseño y para ello se utilizan estrategias bioclimáticas tales como:La incorporación de lamas a diferentes alturas a modo de brise-soleil que introducen la escala humana en un patio orgánico. Sin ellas se extendería verticalmente sin límite. La incorporación de vuelos para generar sombra en verano, Orientar la pieza superior buscando su posición óptima, Utilizar el viento como aliado para el diseño de la forma adecuada de la fachada y el patio. Por ejemplo, la curva de la fachada principal se deforma en un punto para conseguir que el sol pueda introducirse en la zona de entrada e iluminar el limonero que se pretende plantar en su momento. Estrategias que aportan sentido a la forma e idea.La planta primera se muestra ligera por el material estándar elegido (policarbonato blanco mini onda) y flexible y cambiante por su forma, que se aprecia apoyada en ese zócalo de ladrillo. Esta materia recorre todo esta planta incluso se extiende a las medianeras. La lectura de los vacíos consolida la idea.La vivienda tiene certificado energético A ya que además de las estrategias comentadas tiene fachada ventilada, suelo radiante-refrescante con sistema de aerotermia, paneles fotovoltaicos, vidrios bajo-emisivos y con control solar. Desde otro aspecto se ha empleado tabiquería seca y materiales reciclables.Esta económica y en cierta medida sencilla casa de 159m2 no consume toda la edificabilidad ya que no era necesario para la funcionalidad de los promotores y se primó más la espacialidad, la trasparencia, el confort y la eficiencia.La materia de la idea está formada de sueños construibles que dependen del tiempo expresivo y la maduración. En esta humilde obra y no por ello simple, han intervenido factores que matizan el urbanismo tan agresivo existente y para ello la obra se desvincula naturalizando la interpretación de la inserción urbana, generando esponjosidad, perspectiva, maleabilidad formal y amplitud. Se han utilizado estrategias eficientes y bioclimáticas para insertar la obra que moldean la forma y consolidan los criterios efectivos de una vivienda integrada y energéticamente equilibrada, con mecanismos pasivos tales como la correcta orientación, control viento dominante, estudio de sombras, mecanismo de protección al sol como vuelos, lamas, vidrios con control solar entre otros y activos como fachadas ventiladas, paneles fotovoltaicos y sistema de climatización tipo aerotermia. La unión de conceptos y técnica visten la idea de esta vivienda.
