Conceptualmente, el proyecto se divide en una parte pública y una privada. La zona pública se subdivide en cuatro estancias, comunicadas mediante visuales, diagonales y diferentes densidades en el mobiliario. Como eje central se tomó la estructura existente para generar una cruz que subdivide el espacio, que junto al mobiliario y unas características lamas de madera, nos ayuda a generar privacidad en cada estancia a pesar de estar intercomunicadas. Sin embargo, la zona privada tiene un carácter de oficinas más reconocible, aunque con el objetivo de diseñar espacios fluidos, como baños pasantes que separan diferentes despachos.