MESURA – Casa Ter

Estudio: MESURA
Categoría: Premios A+ by Daikin al mejor proyecto de Arquitectura de Vivienda Unifamiliar
Proyecto: Casa Ter

Descripción del proyecto

 

Nuestros pensamientos parten de la escucha a este lugar, a través de su carácter físico (natural y arquitectónico) y su cultura (tanto por su gente como por su manera de construir). Esta manera de entender el lugar viene dada por nuestra voluntad y la sensibilidad del cliente a la hora de intervenir (y posteriormente vivir) en plena naturaleza. Nuestra huella se aposenta hacia el sur del Pueblo, en un área donde nos encontramos con la suerte de partir sobre un “plan especial de mejora urbana” con unos valores próximos a los que aspiramos: se permite trabajar con libertad formal y material desde la sintonía al entorno y el mínimo impacto en el terreno existente con unos límites edificables lógicos (tanto en altura como “en planta”). Fue inevitable acabar la primera visita con la sensación de que teníamos una buena oportunidad de ser ambiciosos en aspirar a aplicar nuestra manera de entender la arquitectura en un escenario idílico, caracterizado por su proximidad al pueblo en contraposición a la soledad del solar. El solar es una frontera entre una gran arboleda en pendiente y los campos de trigo segado horizontal. A esta paleta natural de colores, que combina el verde frondoso del bosque con el marrón horizontal de los campos, se le suma el azul del mediterráneo que se asoma a lo lejos, donde se pueden llegar a ver las Illes medes.

 

El entendimiento de esta frontera entre la arboleda vertical y el campo horizontal será determinante para las decisiones sobre el asentamiento de la casa en el lugar. Más allá de las características constructivas locales del pueblo, entendemos que la arquitectura anónima autóctona (a mayor escala) se caracteriza por sus muros de carga (a veces de piedra vista, y a veces de ladrillo cubierto con monocapa); sus acotadas ventanas (con carpintería de madera); sus porches en sombra; sus forjados de vuelta catalana (con todas sus diversas aplicaciones); plantas que colonizan sus fachadas y cubiertas …

 

El estudio de la arquitectura autóctona marcará el camino de las decisiones constructivas y conceptuales de la casa. Las posibilidades económicas para la construcción y la manera de entender la vivienda para las personas que habitarán la casa son un grado mas en este primer proceso de escucha. Entendemos que los recursos económicos no solo influyen en los acabados finales, sino en las estrategias iniciales del proyecto, adaptadas a la necesidad de tener en la casa hasta cinco estancias para dormir, un gran salón-comedor, una gran cocina vinculada a este espacio y dos aseos.

 

Será determinante para el diseño del proyecto, la “economía de recursos” que se plantean y el hecho de hacer una vivienda abierta y diáfana. Las decisiones principales de asentamiento en la intervención en el lugar son: el mínimo impacto en la topografía existente (el volumen se posa sobre la superficie mas horizontal  dentro  del  límite  edificable);  bordear  la vegetación (respetando las zonas arboladas de valor existentes); evitar el conflicto con los volúmenes vecinos (al tratarse de       un solar sin un límite de privacidad físico la casa deberá responder a la privacidad necesaria a través de su orientación y ubicación); y buscar las diferentes vistas de valor (con la misma atención a la arbolada como al campo y al mar).

 

Un volumen orientado a norte-sur (encarado a las vistas al mar) y un volumen orientado este-oeste (encarado a la arboleda y       al campo) definen la volumetría, con el fin de adaptarse a la manera de habitar la casa y las decisiones de asentamiento mencionadas anteriormente. La “L” (una morfología arquitectónica de vivienda tan concreta y formalizada de tantas maneras diferentes a lo largo de la historia de la arquitectura) acota un nuevo espacio en el Empordà. Dicha “L” está formada por dos volúmenes cerrados (uno para la zona de día y otro para la zona de noche) y una rótula (rompiendo la barrera interior-      exterior), que se extiende colonizando el  solar. Se trata de una casa pensada para la vida Mediterránea del  Baix Empordà,     capaz de ser vivida tanto en los meses fríos (a través de sus espacios exterior orientados a sur y su interior confortable por         sus muros) como en los meses cálidos (con espacios exteriores en sombra y con una potenciada ventilación cruzada). La      voluntad es la de hacer una “casa patio” para poder captar la máxima luz solar a la vez que de esta manera generar un espacio íntimo (evitando conflictos con su vecino del suroeste). El patio observa la arboleda, en contraste a la cara de la casa abierta hacia las vistas del campo y el mar. El patio queda acotado por la propia topografía sin necesidad de la intervención  arquitectónica física (acogiéndonos a los recursos naturales y económicos). Así, la vivienda separa dos espacios exteriores de carácter distinto para dar la máxima polivalencia al uso de la vivienda para todos  los  días  del  año  y  generar  distintas relaciones con la naturaliza y paisaje. Es en el encuentro entre los dos volúmenes cerrados donde la rótula funciona como   conexión entre estos dos “mundos” debido a su capacidad de romper la relación interior-exterior con sus grandes ventanales.    Este punto hace a su vez el papel de porche (tan elemental en el clima cálido-húmedo). Al agotar el límite edificable, no se presenta posible la idea de hacer el “clásico” porche anexo a la vivienda y así es como surge la idea de que el porche sea  realmente un espacio interior variable según la época del año y hora del día.  Los  dos  volúmenes  (las  dos  cajas  cerradas) quedan conectados por el forjado y la cubierta de ambos, la conexión entre ellos y el volumen de planta primera. Así como las estrategias de implantación volumétrica surgen de observar el entorno inmediato,  lo  mismo  pasa  con  la  propuesta constructiva. Acorde con la construcción tradicional con sus muros de carga y el encaje volumétrico, se decide trabajar con módulos de 5,5mx5,5m. Esta modulación surge de la posibilidad de  poder  hacer  un  forjado sin  alardes  estructurales y  su encaje con el programa (tanto por distribución como por metros cuadrados).  En  la  zona,  encontramos  como  denominador común en sus muros, la combinación de piedra, cerámica y recubrimientos tipo “monocapa”. Se hace en colaboración a la constructora local, un amplio estudio de posibilidades donde entre ellas se concibe hacer un muro que combina piedra con hormigón, adobe y cerámica. Es en la reinterpretación donde buscamos de manera insistente una solución. En este punto, la economía vuelve a ser una condición de máximo rigor, ayudando a acotar y direccionar la investigación. La propuesta es la de hacer un doble muro cerámico con un acabado monocapa (de textura mimetizada con las de los muros desgastados por el

 

paso del tiempo) y con juntas cerámicas (estas sirven de junta de dilatación del monocapa y de límite entre el muro y sus aberturas). Por otro lado, y en paralelo, el forjado sigue los mismos pasos a nivel de investigación y reinterpretación. La “volta catalana” es un tipo de bóveda tabicada y una técnica de construcción tradicional catalana en el que encontramos múltiples aplicaciones en la construcción de l´Empordà.  Es en estas múltiples aplicaciones donde encontramos la vía de estudio, para así poder adaptar las capacidades del sistema a el proyecto. Las vueltas prefabricadas cambian de dirección según la lógica de sus muros. En cambio, en la planta primera se erige una gran bóveda que encierra la habitación principal.

Esta bóveda es una vez mas una reinterpretación de la clásica “nau corbada” que encontramos en tantas playas de la costa    Brava. La geometría de la bóveda responde a la extrusión de la curva que queda acotada por la altura máxima edificable; la crujía entre los muros; y la fachada que dará lugar a la ventana mas importante de la casa. Es también una geometría que nos recuerda a la aplicación de la vuelta catalana en escaleras de gran carácter local. El sistema del forjado se interrumpe en la rótula, donde pasa a ser un forjado cerámico plano acorde con el diagrama. Cada espacio interior responde a unas vistas concretas: la habitación en planta primera consigue ver el mar; el porche observa frontalmente el paisaje horizontal; desde la sala de estar se ve el pueblo de Parlavá; y de distintas maneras se observa la arboleda. Toda esta complejidad en las vistas,      son las que definen las ventanas de la casa acotando en cada caso la escala y orientación necesarias. La atmósfera de los    espacios interiores busca la polivalencia de ser acogedor en invierno, y fresco en verano.  La cerámica (tanto en su color      natural como pintada), el hormigón visto (tanto del forjado como de los zunchos perimetrales) y la madera (en carpinterías y mobiliario) son los materiales que definen la atmósfera que el proyecto busca. Desde el respeto al entorno, tanto a nivel físico como cultural, la casa se compone de dos volúmenes de carácter cerrado conectados por una franja abierta que coloniza el solar (y rompe la barrera interior-exterior) y por una cubierta unitaria formada por diversas tipologías de vuelta catalana. La casa dialoga con el entorno a nivel material, reinterpretando sus sistemas constructivos y sus texturas. Una casa diáfana y polivalente entendida desde un claro diagrama formal y ejecutada desde la interpretación de la construcción local.

 

EL GENIUS LOCI CERÁMICO DE LA BISBAL: Desde el respeto al entorno, tanto a nivel físico como cultural, se decide que la casa se construirá con cerámica (y puntualmente hormigón) ya que es el material por excelencia utilizado en la zona de La Bisbal. La estructura, está compuesta por muros de carga cerámicos y forjados mixtos (cerámica y hormigón). La cerámica no solo tiene un papel estructural, si no que también se utilizará como pavimento y como “junta” en la fachada, con un acabado monocapa (de textura mimetizada con las de los muros desgastados por el paso del tiempo) creado con piedras del río Ter. Estas son las múltiples aplicaciones de la cerámica en la casa:

 

  1. Una gran pieza alargada cerámica funciona de junta entre los dos volúmenes de la casa y pretende extender esta a lo largo del terreno, generando tres espacios distintos: una zona en el patio posterior orientado a sur y al bosque; un porche  interior,  pero de carácter exterior; y una zona exterior que te lleva hacia los campos del entorno y que finaliza con la piscina. Toda esta pieza, está hecha con un pavimento cerámico de ladrillo macizo manual de arcilla cocida 250x120x30mm de la marca local “Rajoleria Llensa” colocadas de manera ortogonal y por Esta zona pavimentada, es al que pretende albergar los espacios    más “públicos” de la casa en cualquier época del año. El pavimento cerámico es en este caso el  más significativo, y el  que  alberga lo que entendemos cómo “vida mediterránea”.

 

  1. Los muros están compuestos por dos hojas cerámicas:  el  muro de carga de Gero,  y la fachada de Supermahon 7.  El  Gero     es el Ladrillo de arcilla cocida con perforación vertical tipo P de Longitud 267 mm Anchura 126 mm y Grueso 90 mm de la       marca “Sa Llensa”. En la fachada, el supermahón (de la marca “Terreal Terracota”) está fusionado con las piezas de ladrillo macizo manual (LLensa) que sirven de junta de dilatación del monocapa (de textura mimetizada con  las  de  los  muros  desgastados por el paso del tiempo y creado con piedras del río Ter) y de límite entre el muro, las ventanas y las aberturas del Todo ello, con una composición de carácter horizontal para dotar a la casa con una sensación de reposo sobre el terreno.   Las ventanas están moduladas acorde con las líneas horizontales de la pieza manual en fachada y el tamaño de las piezas en          sí.

 

        03 y 04. El forjado de planta baja está formado por viguetas de hormigón apoyadas en los muros cerámicos  y  revoltones            cerámicos. La dirección de estos sigue la lógica de los dos volúmenes cerrados que conforman la planta baja y hacen que            podamos ver dos direcciones diferentes, dando dinamismo al techo. En la “junta” entre los dos volúmenes, es donde se       coloca       la bovedilla cerámica plana de la marca “Cerámica la unión” para reforzar la intención de distinguir este como espacio exterior- interior y que enmarca de una manera más horizontal la relación con el exterior. Por otro lado, en los volúmenes cerrados se coloca el revoltón mallorquín curvo (es una bovedilla cerámica única que tiene la particularidad de ser un tablero cerámico  curvo, hecho con el proceso de partir de la extrusión del barro manual) de 90cm de inter-eje de la marca “cerámica Baucells”.

 

  1. La gran bóveda: En la planta primera se erige una gran bóveda que cierra la habitación principal. Esta bóveda es una reinterpretación de la clásica “nave curvada” que encontramos en tantas casas  de pescadores  en las  playas  de la Costa Brava. Es un arco de un circulo de 6.4m de diámetro que nace de la tangente con el muro de planta baja y que culmina en la altura máxima reguladora permitida: de ahí su asimetría. Esta hecha de dos capas de ladrillo macizo manual de arcilla cocida 250x120x30mm de la marca local “Rajoleria Llensa” combinadas con piezas de tablero cerámico para cubiertas TCA  900x300x40mm UNE 67-041 TAULÓ 90 de la marca local “cerámiques Belianes”.