Estudio: MESURA
Categoría: Premio A+ by Daikin al mejor proyecto de Arquitectura Hotelera y Restauración
Proyecto: Cheriff Restaurant
Descripción del proyecto
Cheriff Restaurant. A contemporary classic.
Precedentes: El mítico Restaurant Cheriff de la Barceloneta abrió puertas a principios de los años sesenta y desde entonces sigue la misma línea: sus largamente famosas paellas, pescado fresco y marisco vivo, procedentes de las barcas que atracan diariamente en La Planxeta de la propia Barceloneta. En el 2016, el Cheriff fue adquirido por el grupo Iborra Restaurants. Sus historias guardan paralelismo, y ahora están fusionadas. Las desde siempre famosas Paellas del Elche de Vila i Vilà y las del Cheriff de la Barceloneta ahora son hermanas. Eso si, cada una guarda, aún ahora, sus tradicionales y propios encantos diferenciales.
El encargo es realizar el diseño de la reforma integral del restaurante. No se trata de un cambio de uso o de concepto, si no de sanear las mermadas condiciones físicas del local, mejorar la practicidad del restaurante (un mecanismo de complejidad extrema) y adaptar la imagen del local a las nuevas tendencias de la hostelería. Nuestra primera decisión es la de entender que no queremos diseñar algo nuevo, si no la de seguir con el legado histórico del local. La decisión no solo viene dada por un profundo respeto al mítico espacio, si no por acompañar también la decisión de la propiedad de no variar en nada el menú que ofrece el restaurante. El Cheriff siempre ha transmitido una atmósfera naval y de pescadería compuesto por espacios comprimidos. El diseño es un punto y seguido del antiguo local. Un diseño que buscará la atemporalidad a través del estudio de la genuinidad que el tiempo ha reposado en el restaurante.
¿Cómo conseguirlo? Uso: Manteniendo la distribución. Materialidad: Utilizando los materiales esenciales (madera, latón y terrazzo). Forma: La curva como forma naval.
DISTRIBUCIÓN:
El espacio antiguo estaba compuesto por una pequeña cocina que se muestra al público de manera natural, una barra en “l” de servicio (con el expositor de marisco) y un comedor cerrado. Todo ello con un tabique con la pecera como separador entre el acceso y el comedor. En la propuesta, la cocina y los servicios mantienen la misma dimensión, aunque se cambian por completo. La barra, aún teniendo una posición muy similar, pasa de ser una “l” a dos barras con un paso en medio. En esta nueva barra, y a diferencia del estado original, se junta el expositor de marisco con la pecera (que encuentras frontalmente al entrar al local). De esta manera, se libera de uso el elemento que separa la entrada del comedor. Es en este punto donde encontramos el mayor cambio, donde en vez de plantear un tabique, se propone una cortina, que dota de flexibilidad a nivel de privacidad al comedor. Esta decisión también es arropada por la intención de “rescatar” los pilares originales de la finca: los clásicos pilares de forja de la Barcelona de su época.
MATERIAL:
El antiguo local define su atmósfera en gran parte por su materialidad, principalmente compuesta por una madera rojiza en lamas, que claramente evoca a un barco. Por otra parte, y siguiendo las tendencias del momento de su diseño, el pavimento es de terrazzo. Los detalles de todo el local están hechos con latón.
Aún obviamente habiendo mas materiales, estos 3 son los que marcan la esencia. Por otra parte, el color se considera como un elemento efímero y cambiante, ya que, al largo del paso de la historia, el local se ha repintado en varias ocasiones (en su último estado, el salmón es el tono que nos encontramos). La propuesta, que busca enfatizar las connotaciones marineras y navales, varia principalmente el color del local, conscientes de su flexibilidad: color azul oscuro. Dicho color, se aplica en diversos materiales y texturas, y sirve de elemento unificador entre ellos, llegando a ligar techos proyectados, carpinterías de madera, neveras de acero inoxidable… Por otra parte, y siendo elementos de mucha mayor duración y atemporales, están la madera, el terrazzo y el latón. El nombre de la madera ya expresa su intención: tablero marino. Una madera, que encontramos en bruto en grandes tableros, pero que se corta para hacerlo en lamas y para poder ser colocado tanto en paredes como el techo. El terrazzo, por otra parte, sigue una vía de reinterpretación mas radical, ya que no solo pasa de ser en losetas a ser continuo, si no que no sigue los colores del antiguo local. El pavimento, al igual que el techo, ayuda a acotar las dos zonas del local, y es de color azul en el comedor y la barra, mientras que es blanco en la junta entre ambos. MESURA está en constante fase de exploración e investigación, y en el suelo, hecho por Terraconti, encuentra fascinante el concepto del artesano anónimo, ya que se podría describir dicho pavimento como una obra de arte artesanal. Se trata de un suelo que consta de mármol “país” (el mismo que el de la barra) y un terrazzo continuo en todo el local. El latón por su parte, y entendiendo como funciona el material y su versatilidad, sirve de junta entre los diversos materiales y cambios de plano del local. Elementos textiles como las cortinas y los manteles, también juegan un papel imprescindible, siendo neutros, pero dotando de una atmósfera íntima y elegante.
FORMA:
En el antiguo local encontramos la curva en todas partes: en los arcos de los pasos, los aros de las ventanas navales, etc. Sabiendo su clara referencia naval, donde la curva es la forma esencial de cualquier barco, se re-interpreta en referencia al antiguo espacio, y se aplica principalmente en la forma del techo y el suelo (que acotan los dos espacios del local) y en los detalles mas singulares (como el expositor y la pecera). La restauración es un sector que necesita, no solo de una calidad en el servicio y el producto ofrecido excelente, si no de provocar atmósferas con carácter donde el usuario esté confortable (acorde el tipo de restaurante por supuesto). Los elementos decorativos, que van mas allá de la arquitectura interior, son esenciales para completar la experiencia. La propuesta busca diferentes maneras de poder sentarse (sofás y sillas), donde todas ellas sean igual de cómodas y acorde con la atmosfera. La silla escogida, también es una expresión de atemporalidad local: se trata de la silla gaulino. El Cheriff es la búsqueda del cambio de un local a favor de su atemporalidad, trabajado desde el respecto y admiración absoluta a su atmósfera original. Como hacer una atmósfera genuina, es la búsqueda constante en su diseño, y que se trabaja a través de la interpretación de la esencia del antiguo local, y la atemporalidad de un diseño honesto y sencillo. El concepto de atemporalidad es un factor presente en el diseño, un intangible: el tiempo. El tiempo y la personalización del local, son los que finalmente buscarán esa genuinidad. Para ello, la sencillez del diseño es imprescindible para dar esa oportunidad al propio local de hacerse finalmente “suyo”.