Reforma de un local destinado a oficinas para sector TIC. En el bajo de una edificación residencial dentro de un polígono ubicado en la entrada este de Santiago de Compostela, se ordena el espacio de un bajo y se definen sus fachadas para dar uso y representatividad a una empresa que ofrece servicios de consultoría de procesos. Se demanda un espacio flexible que permita combinar puestos de trabajo cambiantes, con capacidad para recibir personal fijo, ocasional y flotante. Aprovechando las dimensiones del espacio, se organiza un altillo de losa de hormigón que organiza el espacio a modo de deambulatorio, ofreciendo ese espacio adicional plural, ocasional y de Reunión. A cota de acceso de calle, tres cilindros definen los aseos y la escalera de caracol, generando espacios intersticiales especializados para almacenaje, zona de copistería y librería. Un espacio único flanqueado por dos despachos y una sala de reuniones, todos ellos cerrados.Interiormente, materiales con textura reforzando la materialidad a la vez que mejorando la acústica, pavimento de corcho natural y maderas naturales macizas para naturalizar el conjunto. Un sistema de parilla metálica colgada del techo dinamiza el espacio a la vez que ofrece la red de conexiones necesarias en función de la configuración de los puestos de trabajo. Exteriormente, el local ofrece una imagen rotunda, muy pétrea, en continuidad con la fachada del edificio que lo acoge. Esa fachada representa valores de fidelidad a un lugar, anclaje cultural y vocación de continuidad. Se usan bordillos de jardinería componiendo planos resaltados, dinamizando su percepción.