La histórica ciudad de Alcalá de Henares, enclavada en el valle del río Henares y en pleno centro de la península ibérica, ha sido una de esas ciudades que ha crecido desmesuradamente desde los años sesenta. Cuatro décadas en las que la expansión urbana ha levantado barrios sin el necesario planeamiento y que ha fragmentado el reconocimiento de una identidad paisajística que queda dispersa y reducida al tránsito residual.El Ayuntamiento de la ciudad, bajo este relato y en colaboración con el equipo de ADORAS atelier arquitectura, inicia un proceso para reformular el diálogo entre la ciudad y las zonas verdes del Distrito V. Así, nace el proyecto de renovación del Parque Andalucía, un área inaugurada en 1993 que, con el transcurso de los años, se ha convertido en un lugar de tránsito para los vecinos y se ha desvinculado de su principal función: dotar de un espacio agradable y seguro que invite a la permanencia y, a su vez, a la pertenencia.La propuesta de ADORAS parte de un diagnóstico previo abordado desde diferentes enfoques y de un profundo proceso de escucha vecinal. El objetivo era devolver al parque su principal función de ser, creando un espacio de alto valor ecológico y cohesión social enfocado en el usuario y en las raíces de su identidad perdida: el rio Henares y la Puerta Andalucía.Más allá de proporcionar estos espacios vegetales al aire libre, el parque queda vinculado al tejido histórico para recuperar su identidad. Así, se potencian dos elementos que versan sobre su origen: el Río Henares y la Puerta Andalucía. Para el primero de ellos, y como elemento integrador de toda la propuesta, se diseña una pérgola luminosa elevada que, sinuosamente, va recorriendo todo el parque asemejándose al curso del río Henares. Esta iluminación se concibe como un elemento escultórico funcional que consigue dotar de identidad y sensación de pertenencia a todo un barrio. Para el segundo, se realizan dos actuaciones que permiten al parque reencontrase con sus raíces andaluzas. Por un lado, se da mayor protagonismo a la Puerta de Andalucía, una pequeña réplica de la madrileña Puerta de Alcalá que cuenta con motivos andaluces como el estuco blanco y los azulejos, que ha sido potenciada a través de un mural integral realizado por un muralista andaluz. Y, por otro lado, se incorpora un tablao flamenco como pista de baile central que pone en valor uno de los artes más reconocidos fuera de nuestras fronteras.El estudio del entorno y el proceso de escucha social nos permitió conocer una diversidad social y generacional que nos ayudó a establecer un amplio catálogo de usos para el parque. Así, se crea un espacio naturalizado pensado para ser disfrutado por todos y no solo como un lugar de paso. La mejora de la iluminación con la instalación de la pérgola luminosa permite que el parque no solo sea disfrutado por el día, sino también por la noche, cuando se ilumina el continuo haz de luz que replica sobre los usuarios los meandros del Henares. La pista de baile fomenta la interacción y el carácter lúdico-festivo del parque, al igual que las zonas abiertas, donde los más pequeños podrán jugar y desarrollar actividades deportivas. También se ha pensado en las mascotas, creando un espacio canino. Además, el parque incorpora mobiliario diseñado específicamente para el proyecto: el Banco Kaze. Este banco de hormigón está concebido como un elemento multigeneracional, al ser un parque rodeado de tres colegios con alumnos en edades muy distintas. Gracias a su morfología, inspirada en los movimientos del aire, permite diferentes formas de reposo, interacción social e incluso juego.El Parque Andalucía es una muestra de cómo las zonas verdes pueden escuchar las necesidades de los entornos urbanos y devolverles un espacio y un valor perdido, pero, sobre todo, otorgarle una identidad y un sentido de pertenencia a todo el vecindario.
