¿Puede ser un proyecto de interiorismo un espacio exterior? Este proyecto es un espacio híbrido: un interior que es, en realidad, un exterior… y viceversa. A medio camino entre una edificación y un mueble, entre arquitectura e interiorismo, se desarrolla este proyecto que debía incorporar una estancia complementaria a una piscina en el jardín de una vivienda unifamiliar: un “Poolbar” privado. Los principales requisitos de diseño fueron:-Construcción integrada en el jardín. -Programa mínimo: Cocina equipada, ducha exterior, trastero y barbacoa.-Zona exterior con mobiliario para uso estival. El proyecto se concibe como una intervención ligera conformada por cuatro elementos.-Una pérgola compuesta de 6 módulos cuadrados que alternan dos alturas para fraccionar visualmente el volumen del conjunto.-Un cuerpo edificado bajo la pérgola que incluye la cocina, ducha y trastero. -Una base de hormigón pulido que extiende su perímetro para albergar una barbacoa.-Una gran cama elástica enterrada que enfatiza la componente lúdica de la intervención.El conjunto ofrece una estancia exterior que se disfruta como un interior.
