Canfranc Estación, a Royal Hideaway Hotel, operado bajo Barceló Hotel Group, es un hotel de destino que aspira a convertirse en uno de los mejores hoteles de montaña de Europa, en el que la historia, la naturaleza y la cultura ocuparán un lugar preferente en la experiencia del huésped. El proyecto de rehabilitación ha supuesto un gran reto porque ha conservado el proyecto original diseñado por Ramírez de Dampierre, inaugurado en 1928, pero dotándolo de las innovaciones tecnológicas y la eficiencia energética que requiere el siglo XXI. Un proyecto de gran envergadura, y más cuando se trata de la rehabilitación de un lugar tan emblemático como éste y su conversión en un hotel 5* GL, que ha sabido mantener el "alma ferroviaria" de Canfranc, pero creando la oportunidad de generar desarrollo económico y social en el valle del Aragón.Todo el proyecto conceptual se genera en el marco del "Plan de identificación, protección y puesta en valor del patrimonio histórico y cultural ferroviario", buscando, junto con el Museo del Ferrocarril de Canfranc, colaborar en la difusión y conocimiento de la historia y cultura ferroviaria, a la vez que se dinamiza el territorio y se contribuye a la puesta en valor de los recursos naturales y sociales.Desde su inauguración en 1928, el edificio rehabilitado por Barceló Hotel Group ha sido la Estación Internacional de Canfranc, dedicada exclusivamente al transporte de mercancías y personas por ferrocarril. Una majestuosa estación de gran valor arquitectónico, patrimonial y sentimental, declarada Bien de Interés Cultural en 2002, también forma parte del Patrimonio Histórico y Cultural Ferroviario.A nivel arquitectónico, el edificio se caracteriza por un estilo Beaux Arts, proveniente de la época del barroco francés. El edificio destaca por su desarrollo longitudinal, con tres volúmenes en los extremos y una gran cúpula en el centro del edificio. Estos volúmenes tienen un tejado curvo de pizarra a cuatro aguas rematado por cuatro pináculos piramidales. Las dos plantas del edificio se abren a la zona del patio a través de arcos de medio punto. En cuanto a sus artes decorativas, diseñadas por el vasco Luis de Lerchundi, la propuesta es clasicista y simbólica, con elementos arquitrabados como las pilastras, capiteles de tradición romana que combinan capiteles jónicos y corintios. Hay 16 relieves alegóricos que representan al dios Mercurio, protector de los viajeros, de casi 2 metros de altura. Las reconstrucciones en yesería realizadas por la Escuela Superior de Conservación-Restauración de Bienes Culturales de Aragón, han obtenido el 2º premio internacional, que reconoce las mejores intervenciones realizadas en este material en todo el mundo.El estudio de interiorismo ILMIODESIGN ha sido el encargado del diseño interior del hotel, que se ha inspirado en la estética de las antiguas estaciones y los lujosos trenes de larga distancia, con sus particulares vagones y elementos representativos, pero adaptándolo a su estilo característico y añadiéndole un toque contemporáneo. Así, se han diseñado espacios cálidos y elegantes que se fusionan con sutiles elementos art decó para crear atmósferas contemporáneas y nostálgicas, donde destacan materiales nobles como la madera y el latón, ricos tejidos como el terciopelo y una gama cromática inspirada en los años 20 en tonos beige, verde y petróleo. También destaca la integración de la cultura popular aragonesa en determinados elementos textiles y con un juego de colores inspirado en los ricos y variados trajes regionales de la zona.El proyecto se genera en el marco del "Plan de identificación, protección y puesta en valor del patrimonio histórico y cultural ferroviario" para la difusión y el conocimiento de la historia y la cultura ferroviarias. Hemos querido mantener su ADN, su espíritu ferroviario internacional, su identidad como lugar de encuentro de personas y culturas. Por eso, el proyecto arquitectónico y el estilo del proyecto de interiorismo se inspiran directamente en la tradición ferroviaria y en los trenes de lujo clásicos, pero con las comodidades y el confort de un hotel de lujo contemporáneo. Todos sus elementos -desde los uniformes hasta el diseño y los materiales de las zonas comunes y las habitaciones- evocan el mundo de los trenes, las estaciones y los viajes, con el glamour de los años veinte, década en la que se fundó la estación. Todo ello convive con constantes guiños al patrimonio histórico, cultural y social de Canfranc, y al papel que desempeñó durante el siglo XX.En cuanto a los aspectos relativos a la sostenibilidad , el proyecto de Canfranc Estación, a Royal hideaway Hotel contribuye a la conservación del entorno natural y la biodiversidad con unas emisiones de CO2 (kgCO2/m2*año) de 19,10<25,58 con calificación A. Trabaja con proveedores de productos ecológicos. Además, en los servicios ofertados por el spa y balneario del hotel se utilizan productos respetuosos con el medio ambiente. El papel utilizado también es 100% reciclado. Cuenta con servicio de cargadores eléctricos. Ha colaborado con el Ayuntamiento de Canfranc para la instalación de contenedores de recogida selectiva, pilas y separadores de grasas en las cocinas. Gestión integral de la climatización de las habitaciones con tres rangos de temperatura. Criterios Enerphit: demanda energética de calefacción de 16 kWh/m²A; refrigeración de 25 kWh/m²A. La frecuencia de sobrecalentamiento (25°C) será inferior al 10%. Los elementos opacos en contacto con el aire exterior serán inferiores o iguales a 0,15 W/m2k; el tejado no superará 0,13 W/m2k (para terrazas, 0,15 W/m2k); las ventanas serán inferiores o iguales a 0,85 W/m2k. 21 sistemas de volumen de refrigerante variable. 2 sistemas de aerotermia. Y además: ventilación con recuperadores, iluminación led, regulada con control de presencia, y reductores del caudal de agua.
