Plaza Sóller fue una de las primeras obras icónicas en el Espacio Público de la Barcelona Democrática de los años 80. En los límites de la Plaza, formando parte de la edificación perimetral que cerraba el espacio, se ubicaba el equipamiento comunitario auto gestionado por entidades del barrio, Ateneu la Bòbila. El gran reto fue transformar el edificio en un equipamiento propulsor de la vida comunitaria y comprometido con el cambio climático a través de 3 acciones:1. TRANSFORMAR EL EDIFICIO LÍMITE EN UN PABELLÓN EN EL PARQUE.Se derriba la edificación perimetral a excepción del volumen que ocupa el Ateneo (900m2) y se amplía hasta los 1.800 m2 con una nueva planta primera que lo conectará con el parque a través de un volumen transparente concebido como una pérgola sobre el espacio exterior.2. ELEMENTO POTENCIADOR DE LA VIDA URBANA. Nueve asociaciones vecinales de carácter social, lúdico, colaborativo y solidario auto gestionan el equipamiento y las actividades colectivas desarrolladas en los espacios exteriores del parque. Los espacios flexibles del edificio se adaptan a los continuos cambios de programa con espacios de aulas, salas polivalentes, espacios de acogida y bar.3. ARQUITECTURA NZEBImportantes medidas pasivas son aplicadas en la concepción del edificio. Se utilizan íntegramente materiales de baja huella ecológica como la madera y se desarrolla una fachada tectónica altamente eficiente donde lamas verticales reducen la radiación solar sobre el conjunto. La vegetación del nuevo parque rodea y cubre el edificio realizando también funciones de protección solar.