Plaza Sóller fue una de las primeras obras icónicas en el Espacio Público de la Barcelona Democrática de los años 80. Estaba delimitada por una construcción porticada que la cerraba y aislaba del barrio. El gran reto fue transformar una plaza en un parque propulsor de la vida comunitaria capaz de:RECONECTAR el espacio con la vida cotidiana de las vecinas derribando las barreras existentes y generando un espacio inclusivo, accesible y seguro con perspectiva de género.REACTIVAR la vida social del barrio y la red comunitaria, proporcionando un soporte que diera respuesta a múltiples necesidades y actividades. Las personas son las protagonistas.RENATURALIZAR un espacio urbano convertido en refugio climático para mejorar la calidad de vida de las vecinas y la biodiversidad del espacio público.Plaza Sóller ha recuperado su papel neurálgico de punto de encuentro y convivencia de la gente del barrio, transformada ahora en un parque que contribuye en la salud y bienestar de sus habitantes.