El proceso para reformar el local que se convertiría en nuestro estudio de arquitectura partía de una premisa muy clara: desvestirse para volver a la esencia del sitio original.A partir de ahí, el proyecto consistió en encontrar el equilibrio entre descubrir un escenario con personalidad propia, y escoger de forma minuciosa los elementos mínimos añadidos; herramientas que explican nuestra forma de hacer y deshacer, nos garantizan trabajar a gusto y sentirnos como en casa.